Coincide el hecho de vivir en un 2do piso frente y el de vivir
en una esquina conflictiva en términos de tránsito. Los frenazos y los insultos
participan en la banda sonora de todos mis días. Hoy, sin ir mas lejos, un
taxista irritado le gritó a un camionero de Cliba: “andá a lavar los platos!”
Tuve un flashback, a una década que no viví, o al menos
no recuerdo haber vivido. Una frase cargada de símbolos de otros tiempos, de
mis tías, o mas lejos aún, ¿de mis abuelas? No creo que esas ideas hayan sido deglutidas
por el centro de la tierra para no aflorar nunca mas… pero, cómo se traduce hoy
aquél insulto anacrónico?
No hay comentarios:
Publicar un comentario