por Arianne Sodero Calvet







viernes, 24 de mayo de 2013

Hipocondría, hipocondriara o hipocondriase.


La relación con mi cuerpo está profundamente determinada por el significante. Como la de todos, bah.

Si pienso que “me envenené”, corro a la Guardia de la clínica San Camilo que (aún) me recibe con los brazos abiertos.
 
A veces creer en una posible “insuficiencia cardiaca”, me quita el sueño varios días y varias noches.

Cuando finalmente el tratamiento médico a mis malestares eventuales se circunscribe a una receta de ibuprofeno 400mg –ni siquiera de 600mg-, entiendo que lo que duele, lo que en verdad duele… es…  (*1)




(*1) esa cosa que alivian los psicoanalistas.