…solo queda contar los segundos que pasan desde que aprieto “send” hasta que suena el teléfono. Entonces, comienzo a justificar el dramatismo del texto, con mas dramatismo en el tono de voz: “No, quedate tranquilo, si si, todo bien, solo te quería contar que me atropelló una moto… pero no, ya pasó, si vino una ambulancia, pero tranqui de verdad…” o bien, a veces la mano viene por este lado: “nada, es que creo que tengo una enfermedad terminal… estoy segura…. Eh? síntomas? No ninguno, pero me levanté pensando en eso, y me pasa que no puedo dejar de pensar en eso…”
(mi papá, hombre de pocas palabras, vive seis meses al año en una ciudad a 7.100 kms de distancia… comienzo a pensar que es la única forma que encuentro para decirle: “te extraño”)
(mi papá, hombre de pocas palabras, vive seis meses al año en una ciudad a 7.100 kms de distancia… comienzo a pensar que es la única forma que encuentro para decirle: “te extraño”)
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