por Arianne Sodero Calvet







viernes, 8 de marzo de 2013

los ecos del deseo



En Japón, para ser titiritero hay que estudiar 30 años, recién entonces, se pueden subir a un escenario y hacer una función.

En Argentina para ser médico hay que estudiar entre 10 y 12 años, depende la especialidad y algunas otras variables.


Pero…¿Y si después de treinta, diez o doce años te das cuenta que la pifiaste y que la cuestión era por otro lado? ¿O es que en el fondo siempre lo supiste y, estando ya a mitad de camino, no te animaste a redefinir las cosas?



Hace unos días escuché a alguien resolver genialmente este asunto, diciendo: “soy actor, a veces hago de médico, pero solo cuando mis amigos me piden certificados para presentar en el trabajo…” 



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