por Arianne Sodero Calvet







lunes, 18 de marzo de 2013

saber hacer


Hace veinte años escuché a Guillermo Vilas decir en una entrevista: “cuando comencé a entrenar, no jugué ni un solo partido, pasé la primera etapa  practicando la técnica, mis amigos del club se reían, decían que les tenía miedo. Cuando me sentí listo, entré a la cancha y les gané a todos”.

Siempre pensé que la vida era mas o menos eso. Dominar la técnica y después, salir a la cancha.

Creí fervorosamente en Guillermo Vilas, lo admito.

Hoy entiendo (mas o menos) por qué está bueno sospechar de los dogmas que comandan la vida de uno.  
 



No hay comentarios: